JUAN CARLOS I REY DE ESPANA A todos los que la presente vieren y entendieren, Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente Ley : EXPOSICION DE MOTIVOS La conmemoración de la Fiesta Nacional, práctica comun en el mundo actual, tiene como finalidad recordar solemnemente momentos de la historia colectiva que forman parte del patrimonio histórico, cultural y social comun, asumido como tal por la gran mayoria de los ciudadanos . Sin menoscabo de la indiscutible complejidad que implica el pasado de una nación tan diversa como la española, ha de procurarse que el hecho histórico que se celebre represente uno de los mometos más relevantes para la convivencia política, el acervo cultural y la afirmación misma de la identidad estatal y la singularidad nacional de ese pueblo . La normativa vigente en nuestro pais a este respecto se caracteriza por una cierta confusión, al coexistir, al menos en el piano formal, distintas fechas como fiestas de caracter civico o exclusivamente oficial . Se hace conveniente, por lo tanto, una nueva regulación para dotar inequivocamente a una única fecha de la adecuada solemnidad . La fecha elegida, el 12 de octubre, simboliza la efemerides histórica en la que Espana, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y politica, y la integración de los Reinos de Espana en una misma Monarquia, inicia un periodo de proyección linguistica y cultural más allá de los limites europeos . La presente Ley trata de subrayar, a través de la decisión de los legitimos representantes del pueblo español, la especial solemnidad de la fecha . Articulo único Se declara Fiesta Nacional de Espana, a todos los efectos, el dia 12 de octubre . |
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"No soy el primero y con seguridad no seré el último entre los españoles que piensa que en la difícil coyuntura económica, política y también social que atravesamos es imprescindible que interioricemos dos cosas fundamentales. La primera es que solo superaremos las dificultades actuales actuando unidos, caminando juntos, aunando nuestras voces, remando a la vez. Estamos en un momento decisivo para el futuro de Europa y de España y para asegurar o arruinar el bienestar que tanto nos ha costado alcanzar. En estas circunstancias, lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas. No son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias ni para debatir si son galgos o podencos quienes amenazan nuestro modelo de convivencia. Son, por el contrario, los más adecuados para la acción decidida y conjunta de la sociedad, a todos los niveles, en defensa del modelo democrático y social que entre todos hemos elegido.
La segunda es que, desde la unión y la concordia, hemos de recuperar y reforzar los valores que han destacado en las mejores etapas de nuestra compleja historia y que brillaron en particular en nuestra Transición Democrática: el trabajo, el esfuerzo, el mérito, la generosidad, el diálogo, el imperativo ético, el sacrificio de los intereses particulares en aras del interés general, la renuncia a la verdad en exclusiva.
Son esos los valores de una sociedad sana y viva, la sociedad que queremos ser y en la que queremos estar para superar entre todos las dificultades que hoy vivimos".